“-Permítame -le respondí...

“-Permítame -le respondí-: todavía está por demostrar qué es más vergonzoso: si la indecencia de los rusos o la del sistema alemán consistente en amontonar dinero gracias a un trabajo honrado.
-¡Qué idea más inmoral! -exclamó el general-.
-¡Cómo que es rusa! -repuso el francés”.