“En una palabra: todo esto son síntomas de enfermedad. No sé si la baronesa Wurmerhelm tomará en consideración esta circunstancia cuando le presente mis excusas, ya que esta es mi intención. Creo que no, tanto más cuanto que sé cómo se ha empezado a abusar de esta circunstancia en el mundo jurídico en los últimos tiempos; los abogados, en los procesos criminales, tratan de justificar a sus clientes pretendiendo que eran inocentes en el momento en el que cometieron el crimen y que eso es una enfermedad. 'Golpeó -dicen-, y no se acuerdan de nada.' Imagínese, general, que la medicina les da la razón... Sosotienen con machaconería que existe una enfermedad de tal género, una locura transitoria, durante la cual el hombre no se acuerda de nada o lo recuerda solo a medias. Pero el barón y su esposa pertenecen a la vieja generación. Además son junkers prusianos y propietarios. Sin duda desconocen esa evolución de la medicina legal y no aceptarían mis explicaciones. ¿Qué cree usted, general?”.
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