“Pero ya veis, esto, que contado es tan bonito...

“Pero ya veis, esto, que contado es tan bonito, si se lo hubiese dicho a ella hubiera sido imbécil. Por eso me callaba, orgullosamente. ¿Me hubiera ella comprendido? ¿A los dieciséis años? ¿Con la ceguera, la falsa magnanimidad de las ‘almas hermosas’? ¡Ah, esa alma hermosa! ¡Era mi tirano, mi verdugo!”.

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