“Vienes aquí a consolarme. Es muy de agradecer...

“Vienes aquí a consolarme. Es muy de agradecer. Me encuentras consolado y te enfureces. ¡Bien por las personas compasivas! Me haces pensar en una historia que me contó Harry acerca de cierto filántropo que se pasó veinte años tratando de rectificar un agravio o de cambiar una ley injusta, no recuerdo exactamente de qué se trataba. Finalmente lo consiguió, y su decepción fue inmensa. Cómo no tenía absolutamente nada que hacer, casi se murió de ennui, convirtiéndose en un perfecto misántropo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario