“Así pues, me refirió, entre otras cosas, que se reunían muy a menudo, y después de haber bebido se ponían a llorar juntos, lamentando su suerte de artistas incomprendidos. Recuerdo aquellas reuniones, y recuerdo también que, considerando a aquellos dos seres originales, me ponía a llorar sin saber por qué”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario