“Me sentía un juguete de algo horrible. Me parecía que todo aquello no era sino un sueño, y por momentos experimentaba la misma sensación que al soñar, cuando me veía huyendo de alguien y cedían mis piernas bajo mi cuerpo, alcanzándoseme en cuanto yo caía sin conocimiento. Esta sensación espantosa me desgarraba el alma”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario