“Y ahora que hablo de hombres veleidosos y corroídos por la envidia...

“Y ahora que hablo de hombres veleidosos y corroídos por la envidia, examino mentalmente mi conducta durante la jornada de hoy. Desde bien temprano una extraña tristeza llena mi alma. Paréceme que todo el mundo me abandona, que todos huyen de mí”.

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