“Le extendí la mano; pensé que era una bobería no hacerlo...

“Le extendí la mano; pensé que era una bobería no hacerlo, porque de repente me dio la impresión de que hablaba con un chiquillo. Entró entonces en la joyería a comprar un collar de perlas… o tal vez únicamente unos gemelos… libre para siempre de mis escrúpulos provincianos”.

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