“¡Y cuánto te quería!... Pero yo pensaba: “No, no se lo diré”…

“¡Y cuánto te quería!... Pero yo pensaba: “No, no se lo diré”… ¿Por qué me obstinaría así?... ¿Qué temía?... ¿Por qué me avergonzaba de ti?... ¡Mira, en cambio, que bien estamos ahora!”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario