“No le comprendo, tal vez, lo bastante; no le conozco suficientemente. Le temía siempre. ¡Era tan serio, casi tan orgulloso! Pero es sólo la apariencia: su corazón es más tierno que el mío… Recuerdo aún su mirada cuando me presenté en su cuarto con el paquete. Le respeto mucho, es superior a mí”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario