“Pero usted es un amigo. Dios le ha enviado. ¿Qué hubiera sido de mí si no le tuviese ahora?...

“Pero usted es un amigo (…). Dios le ha enviado. ¿Qué hubiera sido de mí si no le tuviese ahora? ¡Qué desinteresado es usted! ¡Qué pureza de sentimientos! Cuando me case, continuaremos siendo amigos, más que hermanos. Le amaré casi tanto como a él”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario