“Nos estrechamos la mano y empecé a alejarme. Pero recordé algo, justamente antes de llegar a la cerca, y me di la vuelta.
-Son personas podridas -le grité a través del prado-. Tú eres más valioso que todo ese maldito grupo junto”.
-Son personas podridas -le grité a través del prado-. Tú eres más valioso que todo ese maldito grupo junto”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario