“Cada uno tiene su caza, su gusto, su querido entretenimiento...

“Cada uno tiene su caza, su gusto, su querido entretenimiento: El que apunta a los patos con el fusil. El que delira con las rimas, como yo. El que persigue a las atrevidas moscas con un matamoscas. El que manda en las ideas del gentío. El que se divierte con la guerra. El que se complace en los sentimientos tristes. El que se entretiene con el vino. Y el bien está mezclado con el mal”.

“Tampoco debe pensarse que el hombre es el más antiguo o el último...

“Tampoco debe pensarse que el hombre es el más antiguo o el último de los dueños de la tierra, ni que semejante combinación de cuerpo y alma se pasea sola por el universo”.

“Mas aquella a la cual no me atrevo atormentar con mi lira...

“Mas aquella a la cual no me atrevo atormentar con mi lira, y que, como la majestuosa luna, resplandece sola entre las esposas y las jóvenes, ¡con qué celeste altivez roza la tierra! ¡Qué lleno de indolencia está su pecho! ¡Qué triste es su mirada encantadora! ¡Basta, basta!; ya pagaste caras tus locuras”.

“El espectáculo continuo del desenfreno, un desenfreno precoz...

“El espectáculo continuo del desenfreno, un desenfreno precoz, alimentado por el estado continuamente enfermizo de la muchacha, apagó en ella el discernimiento del bien y del mal, que tal vez Dios le había concedido, pero que a nadie se le ocurrió desarrollar”.

“No pronunciaba nada más, no movía una pluma...

“No pronunciaba nada más, no movía una pluma, hasta que comencé a murmurar débilmente: «Otros amigos ya han volado lejos de mí; hacia la mañana, también él me abandonará como mis antiguas esperanzas». El pájaro dijo entonces: «¡Nunca más!»”.