“Y después tuvimos a un ignorante, que se confundía a sí mismo con una rana...

“Y después tuvimos a un ignorante -dijo-, que se confundía a sí mismo con una rana, lo que, dicho sea de paso, parecía y no poco. Me gustaría que hubiera podido usted verle, señor –dijo dirigiéndose a mí el que estaba hablando-; le hubiera hecho a usted mucho bien el ver el aire de naturalidad que tenía. Señor, si aquel hombre no era una rana, no puedo decir por menos que observar que es una pena que no lo fuera”.

'Relatos cómicos'
(Del capítulo 'El sistema del doctor Brea y el profesor Pluma')

No hay comentarios:

Publicar un comentario