“Después, sus párpados se abrieron y sus ojos se impregnaron, al fin, de...

“Después, sus párpados se abrieron y sus ojos se impregnaron, al fin, de la luz del día.

La piadosa muchacha cayó de rodillas, exclamando:

-¡Dios mío, qué hermoso es vuestro mundo!”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario