“¡Es una sanguijuela! ¡Un vampiro! ¡Una descastada! ¡Y no habla!...

“¡Es una sanguijuela! ¡Un vampiro! ¡Una descastada! ¡Y no habla! Que le pegue o no le pegue es lo mismo: calla, se calla siempre la muy condenada, como si tuviera la boca llena de agua. Y la sangre se me pudre viéndola callar”.

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